lunes, 1 de marzo de 2010

S.O.S. SEVILLISTAS

Al escribir esta entrada, la tristeza del Paraelsevillista es enorme, no porque el resultado del Sevilla FC ante el Atlético de Bilbao no haya sido el más deseado, aunque tal como se pusieron las cosas ... parece excelente. Estoy triste porque viví insitu la mentira del fútbol, viví una entrada escalofriante, de juzgado de guardia, de roja directa sangrante, y ví como el soplapitos de César Muñiz la convertía en amarilla. Después ví otra a Jesús Navas por detrás casi del mismo calibre, vergonzante, y más de los mismo. Y tuve que escuchar a un ex-arbitro de fútbol, actualmente comentarista, Andújar Oliver, comentar de César Muñiz que estuvo bien en las tarjetas.


Qué vergúenza ... qué manera de atacar a la inteligencia de los aficionados sevillanos en un día de Andalucía. Estoy desangelado, triste, y harto de estar harto, me siento ridículo de ser aficionado de este deporte, que gracias a él pude saborear las mieles del sentimiento a unos colores, y de arraigarme al amor de un equipo de fútbol, el Sevilla FC.

Pero con el paso del tiempo me he dado cuenta que el fútbol mantiene un hilo conductor con el pasado horripalente, permanece perenne en la actualidad el caciquismo de antes de nuestra democracia. Hoy estoy triste porque un día como hoy enterramos con nuestra decisión en el referéndum del 28 de febrero ese pasado, para crear con ilusión una Andalucía más justa, más solidaria y más democrática, pero me he dado cuenta que el fútbol profesional sigue siendo uno de esos cobijos para ese caciquismo de antaño, y estoy hasta los mismos cojones de que desde el año 1995 nuestro club, año tras año, sufra una sangría permanente por parte del estamento arbitral.
Estoy harto de que se rían de mi y de mis hermanos, de que tenga que soportar las caras de los profesionales, los que comen de esto, diciendo frases estereotipadas e hipócritas por temor a las represalias, más de lo mismo de los presidentes de clubes que dicen con la boca chica que al final de temporada todo se equilibra ... ¡un respeto! A las ridículas estadísticas con transfondo de sinvergonzonería manioretista, que nos quieren hacer de una mentira, una realidad evidente.


Estoy harto que después de 30 años de autonomía andaluza, nuestro fútbol destaque por la carencia de esos principios de más justicia, más igualdad y más solidaridad. El caciquismo persiste en las estructuras de nuestro fútbol, y el pesebrismo de antaño se ha atrincherado en este deporte, y lo que aún es peor, que la autocensura siga carcomiendo a sus anchas entre los que dicen llamarse hombres de fútbol, los currantes del fútbol.


Estoy harto de pertenecer a un mundo de fútbol de trapicheos, que da cobijo al manioretismo cacique, y que como antaño utiliza el podería mediático para que las cosas ridículas tengan un sentido de ser.







Estoy harto porque todos fingen, porque todos engañan al auténtico, al aficionado ... este sí que no finge ... este siente unos colores y sin condiciones, porque por ello no recibe ninguna soldada, y menos mal, porque entonces sería una trinchera más para refugiar a más pancistas del fútbol. La verdad auténtica del fútbol es el aficionado ... pero sin embargo ... son engañados por futbolístas, entrenadores, árbitros, comités ... ¡de pena!

Por ejemplo, caso que coincide con el día de Andalucía ... hace 30 años, Julián Rubio, por aquel entonces jugador sevillista, le echo un pulso a nuestro club porque deseaba marcharse al Barcelona, al final nuestro Sevilla tuvo que malvenderlo al Barcelona por 25 millones, por temor a que el jugador se negara a jugar con la camiseta sevillista, y luego se va por ahí diciendo y presumiendo de sevillismo. En cambio, el que es inherente a unos sentimientos no los prostituye por nada en el mundo.

El Sevilla FC a pesar de que su gestión en todos sus estamentos es genial, sin embargo, mantiene una deuda que zangar con el pasado, tiene una asignatura pendiente ... estamos permitiendo, tolerando, e incluso participando con el silencio y la autocensura el pisoteo vergonzoso y constante, que con carácter de represalia caciquista mantiene el estamento arbitral sobre nuestro club desde 1995.

Mientras tanto ... desconfio plenamente de este fútbol de mentira, y que aquel fútbol utópico impregnado de justicia, solidaridad y democracia seguirá latente bajo el pie firme del cacique.