miércoles, 21 de abril de 2010

Mi contestación al señor Villar ... ¡¡ Enterese usted, que el sevillismo no es tonto !!


Si ya mi enfado era descomunal el día que me enteré de la designación por decreto del Camp Nou como estadio elegido para celebrar la final de la Copa del Rey, ahora ... con las declaraciones del presidente de la RFEF estoy que me subo por las paredes a lo niña exorcista.

Perdone usted, señor Villar, que le acabe su párrafo ... según entendemos los sevillistas, que no son tontos, oculta información latente que lo cambia todo. Usted dice "la elección del Camp Nou como escenario de la final de la Copa del Rey no se ha hecho pensando en perjudicar a nadie" a eso le añado yo "sino atendiendo unilateralmente y de forma exclusiva los intereses del Atlético de Madrid" Pero claro, eso lleva consigo de forma implícita un serio perjuicio para los intereses sevillistas. ¿Por qué no explica usted porque no Valencia?

Todo esto a los sevillistas nos huele a podrido, tememos que pueda ser otra triquiñuela, una artimaña más de las tropecientas que decoran el historial de nuestro fútbol.

Luego usted dice que el Camp Nou "es un escenario magnífico" ¿quién dice lo contrario? Pero lo que usted no dice es que ese estadio está a más de 1000 km de Sevilla y que el sevillista tiene que afrontar un agravio comparativo con respecto a su rival, tanto en lo económico como en el tiempo, es decir, que con esa distancia tan considerable y esa premura en el tiempo por falta de organización, es imposible realizar ese desplazamiento en un día.

Yo en particular, no le acepto al señor presidente de la RFEF ni los alagos, ni los piropos a nuestra afición, porque con ello, el señor Villar pudiera aliviar su conciencia o quedar de forma correcta ante el mundo futbolero, pero al aficionado lo deja con rabia y con uan acra de tonto que no nos merecemos, a esa afición que él mismo cataloga como "extraordinaria".

La afición sevillista lo que desea de esta RFEF es que se la trate con justicia y con el respeto que se merece ... pero no con verborrea, sino con hechos concretos y patentes.

Ya que el agravio está hecho, al menos que se trate de reparar de tal forma que se habiliten mecanismos viables para que el sevillista que lo desee pueda asistir a la final con las mismas posibilidades que lo puede hacer un colchonero desde Madrid.