domingo, 9 de mayo de 2010

Sevilla 2 - 3 Barça

Aunque parezca una incongruencia, estamos más cerca de los objetivos que antes. La victoria del Deportivo ante nuestro rival por la cuarta plaza, el Mallorca, nos deja en una situación inmejorable para conseguir el premio tan deseado y buscado a lo largo de la larga campaña, así que no debemos escatimar esfuerzos ni ganas, ahora que la empresa está nuevamente al alcance de la mano. Después de la derrota del equipo de Caparrós ante el Mallorca, el sevillismo adoptó una conceptuación del futuro derrotista y eso ni es bueno ni es propio de nuestra idiosincracia sevillista, que siempre, por lo menos últimamente, hemos mirado el futuro con el deseo y la garra de un tigre de bengala.

Si conseguimos ganar en Almería, que va a ser que SÍ, habremos salvado una de las temporadas más difíciles de nuestra etapa reciente, y ello significará que somos más grande aún, porque sé es más glorioso superando adversidades que consiguiendo títulos. No olvidemos algo que yo comenté en una de las anteriores entradas donde decía que: "el éxito de esta temporada radicaba en haber tenido la habilidad de ir fallo a fallo sin perder nunca la posibilidad de conseguir los objetivos y que cuando el futuro nos espera es porque algo bueno nos tiene reservado el porvenir". Pues bien, estamos a un paso de esta predicción y lo vamos a conseguir sí o sí.

Ante el Barcelona no nos engañemos, casi todos eramos conscientes que era un partido muy difícil de sacar adelante por un Sevilla FC en clara mejoría, pero todavía lejos de poder jugarle de tú a tú al equipo culé, y más aún cuando nuestro equipo hace un primer tiempo tan poco eficiente y tan faborable para que el equipo catalán desarrolle su espectacular juego ofensivo. Quizás el planteamiento de salida no fuera el más idóneo para este partido, posiblemente la clave del partido de anoche pudiera haber estado en el daño que podíamos hacer al Barça por banda con nuestros talentosos velocistas, y la eficacia que tuvieramos en amaniatar el centro del campo culé, sobrado de manantiales futbolísticos.

Está claro que únicamente con Zokora como medio centro defensor es imposible, poder controlar medianamente la situación donde se genera el fútbol del Barcelona, por muy omnipresente que sea nuestro cuatro por cuatro sevillista. No obstante, es de destacar que nuestro equipo, con diez y con un 0-3 en el marcador, sacara la casta y el coraje, como dice nuestro himno, y en un abrir y cerrar de ojos pusiera el marcador en un 2-3, goles de Kanouté y Luisfa, que ponía entre las cuerdas a todo un Barça que acabó el partido pidiendo la hora y perdiendo tiempo, e incluso, pudo empatar el partido si el árbitro de la contienda, el señor Mayenco, hubiera tenido los reaños suficientes para pitar un penalti claro de Piqué sobre Kanouté.


El arbitraje del señor Mayenco fue lamentable. Yo me he llevado una desilución con este hombre porque yo pensaba que este árbitro podría ser la primera piedra de una buena cimentación donde se sustentara la base del arbitraje moderno de nuestro futbol. Pero ayer me demostró lo contrario, no pudo con la presión del partido y optó por un arbitraje más propio de la plaga de marionetas que inundan el estado dependiente del Villarato, realizando un arbitraje tan endeble y vulgar como parcial e injusto.

El señor Mayenco impropio de un buen juez de la contienda, que haga valer los principios de equidad en un terreno de juego, hizo que su forma de actuar generara la variable contaminante de la corructela en el envite, no tratando con el mismo rasero a los dos equipos por igual. Siempre estuvo sobrepasado por la presión de la Villaratonería, es decir, el error sobre el poderoso siempre es más costoso que sobre el más débil, por tanto, ante las dudas ... ¡¡ a humillar al menos poderoso !!! y siempre enseñando los dientes de la justicia sobre los menos trascendentes, y para colmo, le faltó empaque para dictaminar el claro penalti a favor del Sevilla FC.

Así que con este panorama, ¿quién se puede creer lo de la mejor liga del mundo? Nuestro fútbol profesional es un belén plagado de figuritas en un portal carente de una infraestructura inteligente, digna y honrada.