viernes, 6 de enero de 2012

Un gran regalo de Reyes

Por estas fechas, en el mercado invernal de hace ocho años, el sevillismo se tenía que desprender de su perla más valiosa. Dos motivos de mucho calado hacían impepinable la salida de Reyes al Arsenal ... Primero que la oferta del club inglés hacía inviable cualquier disquisición sobre su traspaso. Aunque la venta del utrerano era impopular, lo que los ingleses ponían sobre la mesa era mareante, incluso Del Nido llegó a decir: "La oferta del Arsenal es de tal calibre que hace temblar los cimientos del Ramón Sánchez Pizjuán". En segundo lugar, el club pasaba por condiciones económicas muy desfavorables, había una deuda de base que maniataba el futuro sevillista, de hecho la venta de Reyes constituyó otro bastión fundamental para cimentar lo que a posteriori sería la legendaria "década gloriosa del sevillismo".

La perla sevillista abandona Sevilla con lágrimas en los ojos y con el billete de vuelta en lo más hondo de su corazón. Sus palabras de despedida atestiguan lo que digo: "La afición sevillista siempre la llevaré dentro, me voy del mejor club de España al mejor club de Inglaterra, pero no es un adios definitivo, espero volver cuando acabe en el Arsenal, porque el Sevilla es el club que más quiero" ... Su compromiso está cumplido ...

Reyes tiene una virtud innata para jugar al fútbol, para ser jugador de campanillas. Su talento nadie lo discute y si él quiere puede volver a dar mucho que hablar en el mundillo futbolístico. Ahora en el club de sus amores, rodeado de sus gentes, de esa afición que le vió crecer como futbolista, puede ser el ecosistema ideal para que el talento de Reyes vuelva a aflorar en su máxima expresión.

La grada sevillista todavía tiene fresca en su retina la imagen de esas galopadas, esos regates, esas asistencias, y como no, esos goles que ponían el Santuario Sevillista boca abajo. Pero también se pregunta qué Reyes ha vuelto, y ahí es donde es fundamental que se haga cierto el reto ilusionante que ha manifestado el jugador.

Si quieres ... puedes, porque facultades te sobran. En tu cabeza y en tus botas, José Antonio, debe partir los hilos conductores que hagan realidad ese sueño ilusionante que supone tu vuelta para el sevillismo.