viernes, 13 de agosto de 2010

Otra final ... y ya van ocho

Esto de jugar títulos y partidos decisivos en pleno agosto, cuando el mercadillo futbolístico alcanza su máxima expresión, es un disparate más del esperpéntico sin sentido al que está sometido, cada vez más, esta bella religión llamada fútbol.

Mañana nuestro Sevilla FC se disputa frente al Barça el primer título de esta temporada, otra oportunidad más de seguir escribiendo con letras de oro nuestra historia.

Pero por desgracia, hoy no era esa la noticia sevillista, sino la puñetera, inoportuna, manida y desesperante temita del brasileño. Es lamentable, que cuando dentro de horas nuestro Sevilla se juega ponerle la guinda a lo que con tanto esfuerzo y mérito se ganó en los terrenos de juego la temporada pasada, la máxima atención se centre en otras variables extrañas que hacen opaco el verdadero interés del asunto, como tener los cinco sentidos puestos en el partido de mañana ante el Barça y el miércoles ante el Sporting de Braga, y no la añeja y cansina situación de Luis Fabiano, que está convirtiendo la cabeza del sevillista en una olla de grillos que hace cristalino el palpable desconcierto que vivimos la familia blanquirroja.

Que no olvide el sevillismo que tenemos que seguir sabiendo dar la importancia que una final requiere, son pocos los privilegiados y muchos los deseosos de verse en una situación como la que espera mañana al sevillismo en la Bombonera. Por eso, tenemos que poner el Pizjuán abarrotado y marginar toda aquella estimulación aledaña al partido de mañana ... el Sevilla tiene suficiente personal cualificado para tratar con empaque y garantía los temas no deportivos.

Que nadie nos convenza erróneamente de que es más importante para el Sevilla FC la salida o no de Luis Fabiano, que los cuatro encuentros que tenemos que disputar a cara de perro y que son los que darán prestigio y gloria al sevillismo, además de la gran inversión de futuro que ello supondría para la entidad ...

A mi no me preocupa mucho el tema del brasileño ... ya en el último tercio del campeonato pasado, entre unas cosas u otras, apareció poco por el equipo titular la estrella brasileña, y sin embargo se consiguieron los objetivos. Además, para que se convierta su futura o imposible renovación en un estímulo permanente de incertidumbre e inquietud hasta el punto de convertirse en un estímulo de permanente inestabilidad en el conjunto ... pues ya sabes, si lo pagan ...
No nos debe preocupar aquellos que de forma crónica no cesan en quererse marchar desde el siguiente día de haber llegado, tampoco veo bien que jueguen con dos barajas ... "si no me sale nada interesante entonces acepto la oferta que el Sevilla me ofreció hace meses".

Así que, familia sevillista, nuestro tema estrella tiene que ser nuestro equipo y sus intereses, y no hay interés más grande que tu equipo juegue una final, por ello tenemos que estar mañana acompañando y ayudando a nuestro equipo desde la grada. Mañana, el mejor jugador sevillista no estará en el terreno de juego pero si en el Pizjuán, su afición.