viernes, 1 de octubre de 2010

El Sevilla se hace respetar en Europa


Cuando nadie daba un duro por nuestro Sevilla, cuando no habíamos dado la talla en envites con menos empaque, cuando el equipo estaba cogido con alfileres por los cuatro costados ... aunque parezca mentira, después de ver el Sevilla hace cuatro días en Alicante ... ¿quién se iba a pensar que nuestro equipo pudiera vencer a todo un Borussia en su campo, con una afición que apretaba de lo lindo, en un partido que parecía más de Champions que de Europa League?

Que nadie piense que puede haber grandes encuentros que se ganen por casualidad o por suerte. En todo evento futbolístico siempre hay una direccionalidad intencionada que hace que lo que denominamos suerte o potra pueda estar de tu parte o en contra. Yo creo que hoy el Sevilla ha ganado porque ha sabido aguantar sin descomponerse y contrarrestar los arreones alemanes de la forma que más les duele a los germanos, al contraataque.

La mano de Manzano, aunque lleva poco tiempo, ya se ha notado, la manera de dirigir los tiempos del encuentro desde el banquillo. El Sevilla no se desquició en ningún momento y conforme trascurría el encuentro se fue acoplando mejor al partido.


Está claro que para Manzano no sólo hay que saber qué se quiere conseguir, sino que es muy importante cómo conseguirlo. Es decir, qué planteamiento es el mejor para cada momento. Yo me quedo con la sensación de que la mejor forma para ganarle a los alemanes es la que el Sevilla ha ejercido esta noche, posiblemente se podría haber ejecutado mejor en el campo por parte de los jugadores, sobre todo en la salida del esférico, pero esta noche por lo menos sabíamos a qué jugabamos.

El Sevilla en todo momento sabía cómo defenderse y contrarrestar los arreones germanos, se ha pasado sufrimiento, por supuesto, las grandes victorias son todas sufridas, pero no por ello deja de ser meritorio la direccionalidad y el orden que Manzano pretende introducir en el caos.

Hoy el Sevilla ha ganado porque ha querido ser equipo, porque en el fútbol únicamente se es más fuerte aunando los esfuerzos individuales en pos de lo colectivo. Hoy sabíamos a qué jugabamos, sabíamos que había que defenderse arropados, con orden y contundencia, esperar nuestra oportunidad y no fallar para fomentar el desquicio del equipo alemán conforme transcurría el reloj.

Llegó al filo del descanso, una falta lateral sacada por Guarente al segundo palo, salta Alexis y en segunda jugada provoca que el balón le caiga a Cigarini que la introduce en la jaula contraria de remate certero.



En la segunda parte la entrada de Kanouté y que el Borussia se quedó con un hombre menos hizo que el Sevilla, con su mismo planteamiento, fuera todavía más seguro en la defensa de lo que ya era. El Sevilla ganó confianza en la lógica del juego a realizar, sobre todo en el orden y el trabajo en equipo, incluso se llegaba a mascar el segundo gol sevillista que matara el partido y así hubiera sido si Negredo hubiera estado más certero en el remate.

Hay que destacar la gran labor de Kanouté, sobre todo para aquellos que ya le daban acabado para el fútbol. Este crack ha dado esta noche una lección de cómo se juega en equipo, ha hecho lo que se le encomendó a la perfección ... descolgando balones para que lo jueguen al pie sus compañeros, pidiendo la pelota para descongestionar el juego, buscando desplazamientos para facilitar el pase del que conduce el balón, aguantando, cayendo a banda para ayudar a Navas y Perotti ... este tio es un jugadorazo de muchos quilates ... ya sabrá Manzano sacar la mejor rentabilidad de la gestión futbolera de este talento. También muy notable estuvieron Palop, Cáceres, Alexis, Escudé ...

En definitiva, el Sevilla de esta tarde noche ha sido más equipo, con una actitud más colectiva, que se ha defendido magníficamente ante un rival de mucha entidad, pero que tiene que mejorar en la salida del balón, para enlazar con más eficacia con la artillería, y a la vez no permitir contrataques peligrosos por falta de presición en la entrega. Muchas felicidades al sevillismo.