viernes, 30 de abril de 2010

Más que un sentimiento



¿Hay algo más grande que sentirse miembro de la gran familia sevillista? Un mismo sentimiento, un mismo cariño, nuestra propia afición sevillista, que ha demostrado, tanto en los buenos momentos como en los malos, empaque de afición de categoría a lo largo de nuestra historia.

La grandeza sevillista no tiene su génesis en la sabiduría para celebrar triunfos o títulos, sino por todo lo contrario, somos una afición de campanillas, porque hemos sabido como nadie sobreponernos a las adversidades que tantas hemos sufrido ... aún recuerdo esos años de segunda mitad de los noventas ... años tan horribles para nuestra alma sevillista, que tanto nos hirieron ... fueron temporadas realmente dolorosas para nuestro Sevilla FC y para su afición ...

Grave crisis económica, institucional y deportiva ... la institución en banca rota, desconcierto en los directivos y en lo deportivo, se pasó a un segundo plano de nuestro fútbol ... sin embargo, hay estabamos ... en lo social seguíamos siendo una afición de las mejores, a pesar de ser exiliada, provocada y estereotipada por el yugo inquisidor de aquella sinvergonzonera mano negra que azotaba al Sevilla FC y al sevillismo sin piedad. La sospecha de represalia por los sucesos del 1995 eran palpables, pero como siempre, poco demostrables, la sutileza de los poderosos se ejercía con gran maestría, empresa fácil para un fútbol como el nuestro, muy acostumbrado al trapicheo.



Sin embargo,la potente afición sevillista se convirtió en el patrimonio más consolidado del club,la afición sevillista era el único crediticio que disponia la Entidad,que no era poco,estóicamento soportó estos años de vacas flacas y en vez de decaer se fortaleció con las dificultades.El sevillismo tenia que confiar en el sevillismo,aquel sacrificio, a la larga,terminaria siendo el mayor logro de nuestra afición.

Era una época que sabíamos que la fuerza del sevillismo solo podía provenir del esfuerzo de aunar voluntades sevillistas. Había que confiar y creer plenamente en sevillistas y poner los nuevos y austeros proyectos en sus manos. Eran momentos de ser "Sevillistas muy Sevillistas". El sevillismo se había conceptuado y adaptado a la cruda realidad del presente ... a "una economía de guerra".

Don José María del Nido dió un paso más hacia el optimismo, había que ver la rosa en el rosal y no el espino, se inculca un nuevo pensamiento en el sevillismo ... no son perdedores lo que pierden, sino los que no quieren ganar ... así se fomenta una nueva forma de percibir la realidad ... "lo mejor siempre está por llegar" ... y por supuesto que llegó, seis finales y cinco títulos en quince meses, y la gran afición nuestra volvió a vibrar ... habíamos sorprendido hasta al más pintado ... habíamos reconstruido nuestro Imperio partiendo de su mayor baluarte ... el sentimiento sevillista del sevillismo.

La misma afición sevillista, reforzada, con ese empaque especial que da el forjado de la experiencia y sobre todo, por haber representado la sevillanía de nuestro club por todos los rincones del continente, dejando una estela de afición modélica allá por donde estuvo, es la que este domingo volverá a poner a reventar el Pizjuán, es la que engalonará con sus colores y cantos la Bombonera y con su presión ahuyentará la fuerza y valor del contrario, dificultará el posible acierto del rival, espantará las polémicas decisiones arbitrales en contra e inyectará una sobredosis de fuerza y ánimo a los nuestros en el terreno de juego ... y sobre todo ... demostrará con su actuación que el mejor jugador sevillista está hoy en la grada ... SU AFICIÓN


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