lunes, 27 de septiembre de 2010

Manzano ... a doctorarse en el Pizjuán

Todos más o menos conscientemente sabíamos que algún día aparecería la cara amarga del deporte, que todo no podían ser éxitos y gloria. El sevillismo debe de tener en cuenta que a lo largo de la historia se ha demostrado que la grandeza se manifiesta y demuestra superando las grandes adversidades, además, el sevillismo veterano sabe que esto es, ha sido y será siempre así, y que ante las dificultades no queda más que estar más unidos que nunca y buscar soluciones hasta enderezar el rumbo, porque si hemos llegado a ser el mejor equipo del mundo es porque supimos levantarnos y superar una de las peores crisis que había vivido el sevillismo a lo largo de su historia. Ahora, como ustedes comprendereis, no se nos va a poner en duda nuestras actitudes ante una situación tan normal en el fútbol como la que vive el sevillismo actualmente.

A veces pensaba ... en cómo encajaría el sevillismo moderno esta cara fea del deporte, cómo soportaría la aficíón sevillista el mal juego y los malos resultados cuando estos aparecieran, después de haber saboreado las mieles de la gloria y después de haber sido testigo en el Pizjuán del fútbol más exquisito que el Sevilla ha realizado a lo largo de su historia.

Para mí, aunque pienso que era preciso y necesario, ha sido bastante amarga la destitución de Antonio Álvarez, un hombre en el que confié, posiblemente demasiado, pero que no ha sabido en ningún momento coger con firmeza las riendas del equipo sevillista. Un equipo del cual todos estamos convencidos que lleva inherente más fútbol que el demostrado con el marchenero.

Pero Antonio Álvarez ya es historia, y el sevillismo tiene que seguir adelante, no queda otra. Ahora tenemos que tener la plena convicción y confianza en el nuevo entrenador, un andaluz, Gregorio Manzano, que conoce el fútbol español como el que más y que le sobran facultades para demostrar a muchos eruditos de nuestro fútbol que la plantilla del Sevilla no es tan vulgar como algunos ignorantes no cesan de fomentar aprovechando la coyuntura.

Manzano es un hombre con una formación forjada desde el fútbol base y que con su buen quehacer a lo largo de su dilatada carrera le ha llevado a ocupar un lugar privilegiado entre los mejores entrenadores de nuestro fútbol ... vamos, que se lo ha currado, no como otros.

Destacaría de él su sabiduría y talante, siempre sabe sacar lo máximo de lo posible y sabe manejar mejor que nadie los tiempos revueltos. El "profe" ... como le llaman algunos, sabe ser y estar, y ello junto con sus dotes de psicólogo le permiten ser un gran manijero de grupo que siempre sabe estar por encima de las circunstancias, pero además, el jienense es un gran conocedor de fútbol, sus equipos, casi siempre han demostrado sobre el césped buen fútbol y estar compensados tanto en defensa como en ataque.

Un entrenador que le vendrá muy bien a un Sevilla descompuesto por los cuatro costados ... en lo técnico táctico, nunca hemos sabido a qué jugaba el equipo esta temporada ... en lo físico, estamos muy justitos ... y en lo psicológico, la plantilla está cogida con alfileres.

Así que ante esta situación, yo apruebo el cambio de entrenador y creo que Manzano puede ser el manijero que devuelva el crédito y la autoconfianza a esta plantilla sevillista que a la más mínima alteración se desquicia y pierde el son, y que no es capaz de mantener una regularidad a lo largo de los noventa minutos que dura un encuentro. Además, recordemos que ya Manzano estuvo en la lista de Del Nido para entrenador del Sevilla, antes de decantarse por Juande Ramos.



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