viernes, 15 de octubre de 2010

A pique de un repique


Cuando todavía no se nos ha olvidado el veranito que nos ha dado el jartible de Luis Fabiano y su cansino representante, cuando a más de un sevillista se nos pasó por la cabeza que para seguir con la misma copla de siempre lo mejor hubiera sido que hubiera cogido carretera y manta en su momento. Ahora, vuelve otra vez a sacar la lengua a paseo y a reivindicar de la forma menos propicia un puesto en el equipo, sin tener en cuenta las repercusiones colaterales que conlleva esa forma de proceder ... Pero es que nuestro Luis Fabiano es así, cuando no juega es que se le cae la casa encima.

Lo que sucede es que este brasileño que nos trae a mal traer con algunas de sus comparecencias ante los medios, nadie pone en duda que es un jugadorazo como la copa de un pino y ha demostrado en el terreno de juego que no es un boquilla, sino todo lo contrario, más de una vez ha dejado a los contrarios y al público boquiabierto con su juego y sus goles.

Luis Fabiano es un bien mirao en nuestro Sevilla, aunque a veces se comporte como un bala perdía y a uno le entren ganas de mandarlo a hacer gárgaras más de una vez, sobre todo cuando hace declaraciones que no aportan nada positivo. Pero Luisfa hace falta y debe ponerse a punto lo más pronto posible, y él también debe saber que sus compañeros también son grandes jugadores y merecen un respeto y que la titularidad se consigue a la chita callando y entrenando igual o más que el primero.

La mejor manera es achantar la mui y, cuando te llegue la hora, salir al campo a tiro hecho, a meter goles a punta pala, poner al sevillismo a revientacalderas y acabar con el cuadro ... ¿acomosí ... Luisfa? Por el otro camino apañao estamos. Así que callaito como en visitas y el domingo, si se encarta, a darles rasca al Sporting y a dejar a los asturianos con las patas colgando.

2 comentarios:

PadreManuel dijo...

LLevas más razón que un santo. Sus salidas de tono aburren un poquito ya y son muchas las veces que a uno le entran ganas de mandarlo a donde dijímos.

Su calidad es innegable, delantero centro "titular" de Brasil y ya con esto está todo dicho.

Luisfa seguramente es el primero que quiere estar metiendo goles con el Sevilla, para mí el equipo de su corazón, pero no solo tiene virtudes, tambien tiene defectos y el principal es su falta de madurez en lo anímico, que no es una falta menor.

Tendremos que esperar que Gregorio Manzano, saque su sabiduría y le pongas las pilas.

¿Podría ser parte de su guión dejarlo en el banquillo para sacarle su orgullo, aunque ello nos cueste escucharle ajgunas de sus salidas de tono?

El tiempo lo dirá.

Saludos.

Anónimo dijo...

El problema del Brasilian Tiger es que en lo mental es menor de edad, le falta madurez y saber estar, y se le nota al pobre cuando le hacen cualquier entrevista. En esas circunstancias llega su representante y le come el coco de que no juega y que tiene que salir del equipo. Al "pobre" ( pobre entre comillas porque tiene mas dinero que yo tela marinera ) no se le ocurre pensar que hace poco que ha renovado contrato y que tiene que esforzarse en luchar mas y no ser tan indolente en el campo, al muchacho no se le ocurre pensar que lo que ocurre es que su representante quiere hacerse de oro con su traspaso a otro equipo y que con la edad que tiene es ahora o nunca. Este muchacho necesitaria alguien que estuviera con el, que pensara en sus intereses de verdad y que le dijera estas cosas, que luchara, que corriera todo el partido, que no bajara los brazos cuando las cosas no le salen en la cancha, que siguera luchando hasta el munuto 90 y esas cosas. Pero por desgracia no lo tiene y su mente pues no da para mas. Y hablo sin acritud, porque yo creo que era de los poquisimos que cuando llego este jugador a Sevilla y no tuvo nada de suerte en sus primeras apariciones y todo el sevillismo le pitaba y clamaba para que se le traspasara yo creia en el a fondo porque le recordaba en sus buenos tiempos en Brasil cuando le apodaron O Fabuloso y sabia que tarde o temprano explotaria. Pero tambien digo que nadie es indispensable, y si la cosa se pone asi con el y su entorno, pues que se vaya y ya esta, nos traemos al chaval Affelay, holandes de 24 años y con hambre y punto.