Si el domingo el jugador del Almería, Jakobsen, se equivocó con esa violenta acción sobre el jugador sevillista Martín Cáceres, posiblemente arrastrado por el desenfreno impetuoso del momento, hoy es de reconocer que su visita al hospital, para disculparse e interesarse directamente por el estado de salud de su compañero de profesión, es un gesto digno de mención ... Al parecer ha quedado claro que no hubo mala fe por parte del jugador almeriense.
El envite de rivalidad andaluza no podía quedar empañado por un feo como ese. Además, tengo que reconocer, que a pesar de mi sentimiento sevillista, me negué a hacer énfasis de cualquier conducta que pudiera empeorar, aún más, las dificultades por las que pasa un club de nuestra tierra como es la UD Almería. Así que desde este blog se pretendió hacer andalucismo silenciando la acción ...
Se dice que las personas deciden en función de lo que creen y no de lo que ven ... A lo mejor ahí radica nuestra torpeza, que creemos conceptuaciones erróneas sin fundamentos evidentes. Posiblemente el antisevillismo de algunos andaluces, obedezca a falsas creencias en las consciencias de los componentes de este pueblo, pero tenemos que ser inteligentes y pensar que esta forma de proceder al que menos interesa es a los andaluces. La solución de los problemas de nuestro fútbol andaluz solo serían eficaces con alternativas inherentes a nuestra tierra ... pero para eso, habría que empezar por mayor unión y colaboración entre los clubes andaluces y sus masas sociales.
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