lunes, 12 de septiembre de 2011

Oportunidad perdida

Es importantísimo para conseguir la victoria tener pleno convencimiento de que se quiere y se puede, pero el Sevilla FC abandonó esta impepinable premisa en el minuto 23 del partido contra el Villarreal, seguramente porque en el pensamiento colectivo del equipo se instaló de forma inconsciente ese error psicológico de que ya estaba todo hecho. El mismo lanzamiento de Negredo en la falta máxima ya vaticinaba el devenir del resto del partido.

En ese momento se echó en falta un liderazgo que hubiese sabido gestionar los tiempos psicológicos del partido cuando todo estaba de cara, y mantener sin fisuras la actitud e intensidad en el conjunto ... Increíble pero cierto, con un jugador más, a partir de ese famoso minuto 23, desaparece el paradigma de Marcelino y reaparece sobre el césped del Madrigal la fisonomía del Sevilla de los 61 goles encajados la temporada pasada ...



Hasta el minuto 23 el equipo de Nervión no sólo sabe, sino que demuestra sobre el césped del Madrigal, de cómo hacerle mucho daño al buen equipo amarillo. Pero esa jugada del penalty desquició a todo el mundo, menos al Villarreal que sí supo aprovechar la falta de pundonor sevillista en el intento de cerrar el partido lo antes posible.

Se estuvo demasiado contemplativo en la fase decisiva del encuentro y cuando se actua así, pasa lo que pasa, que la víctima se va recuperando del shock conforme percibe que su rival no acaba con él y se va autogenerando el presentimiento de que la hazaña todavía es posible ... De ahí que el Villarreal dominara al Sevilla FC en la 2º parte a pesar de tener un jugador menos.

El señor Fernando Teixeira Vitienes también cambia su forma de actuar a partir de la jugadita del minuto 23 ... La acertada decisión del penalty y la consiguiente expulsión del meta del Villarreal, Diego López, activa en su inconsciente la consigna inherente que prende de los esquemas mentales de algunos árbitros de nuestra liga cuando de por medio está el Sevilla … aplicar a los jugadores sevillistas el reglamento en su máxima expresión, mientras a los jugadores contrarios se hace más la vista gorda. Es de detallar la doble vara de medir a la hora de enseñar tarjetas si es el escudo sevillista el que está de por medio.

Con ello se demuestra una forma muy sutil y encubierta que tienen algunos árbitros para perjudicar a ciertos equipos ... Sobre todo, es lamentable, y de muy mal árbitro, castigar injustamente con tarjeta amarilla un choque totalmente fortuito de Kanouté con César, y sin embargo, deja impune los malos modos y la provocación antideportiva del cancerbero ... Todo el mundo pudo comprobar cómo kanouté retira el pie para no hacer daño, mientras no se demuestre lo contrario, impresentable guardameta ...



Ante el Villarreal pudimos apreciar la dicotómica versión sevillista. 23 minutos marcados por el sello de Marcelino, donde el esfuerzo y la solidaridad en la presión para recuperar la pelota era el hilo conductor ... además, con un concepto de ataque basado en la impronta y la sorpresa que hacía que los sevillistas se plantaran con unos cuantos toques delante de los mismos morros del cancerbero contrario ... Después volvió a aparecer ese equipo de Nervión de la temporada pasada muy frágil en defensa y sin chispa para sorprender al contrario, aunque éste dispusiera de un jugador menos ...

Lo bueno es que de 6 puntos muy difíciles, se han conseguido 4, que no está nada mal … Pero el auténtico valor del punto conseguido ante el Villarreal multiplicará su efectividad si se vence a la Real Sociedad, próximo rival en Liga.

Imprescindible para conseguir objetivos es quitarse de encima la rémora del Sevilla de la 2º parte del Madrigal, y sobre todo, estar plenamente convencido de que se puede vencer ... Todo lo que nosotros nos propóngamos de más, lo tendrá el rival de menos ...

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