Debemos afrontar el partido de mañana ante el Deportivo de la Coruña con el respeto que el evento merece. Tenemos que jugarlo con inteligencia, haciendo una buena gestión de nuestro patrimonio conseguido en la ida, pero ¡cuidado! No caer en la trapa del exceso de confianza. La afición sevillista debe responder como el envite merece. Estamos a un pasito de unas semifinales de la Copa del Rey y debemos asistir al estadio como nuestro Sevilla FC merece. Los jugadores hicieron los deberes en Riazor, ahora toca premiarles por ello con nuestra presencia, engalanando el Pizjuán con el máximo de sevillistas en las gradas, una grada rojiblanca.
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