Sevilla vuelve a acoger otro evento de máximo nivel futbolístico, esta vez no es un bolo copero, vacío de contenido y de engañabobos para los espectadores, esta vez el Pizjuán acoge a toda una semifinal de Copa del Rey con sabor a una aunténtica final copera. La ciudad hispalense vuelve a estar en primera plana periodística gracias a uno de sus mejores embajadores, el Sevilla FC ...
Mucha verborrea de pacotilla, pero lo claro y consistente es que al final, siempre estamos ahí, intentando quitarle el pan de la boca a los de siempre, a los intocables, a los que no solo te atosigan con el pie en el cuello mientras vilmente te meten la mano en las faltriqueras, sino que además te obligan a mantener la ya añeja y revenía ley del silencio ...
Karanka, al estilo de cualquier dictadura bananera, se convierte en el instrumento, en el hilo conductor, en el mensajero para hacer recordar a los desobedientes quién manda en la jungla de nuestro fútbol y qué les puede ocurrir a los insubordinados al rebelarse, por mucha razón que posean ...
Convirtiendose en un hombre de paja del madridismo solicita que se sancione al Sevilla FC por su spot para la semifinal, por considerar que se incita a la violencia ... Pero ¿habrá más incitación a lo incorrecto que salir a recordar a los aficionados, el látigo y el castigo contra la innovación que no interesa, contra todo aquello que no sea coincidente con las altimañas de los marionetistas del madridismo? ¿Qué no se estará cociendo en las poderosas reboticas de los despachos futboleros?
En fín ... la misma historia de siempre ... Pero somos el sevillismo, y mañana tendremos gracias a nuestro Sevilla FC, el fútbol de máximo nivel. Mañana el equipo de Nervión no estará solo, estará arropado por el mejor doce del mundo, y ni los jugadores madridistas, ni el árbitro, ni los dos auxiliares, ni el cuarto árbitro, ni Valdano (por si se le ocurre bajar de nuevo a los vestuarios) ... nada podrá vencer a los once jabatos sevillistas y a las cuarenta mil almas blanquirrojas que pondrán a reventar la Bombonera ...
La afición sevillista, una de las aficiones con más solera de nuestro fútbol, también sabrá mantener los modales y diferenciar la presión pasional y el apoyo incondicional a unos colores con cualquier atisbo de violencia. Es una oportunidad para demostrar nuestro estilo, consigamos llevar a nuestro equipo a lo más alto sin dar mala imagen, demostremos que el sentimiento fervoroso no está reñido con las conductas deseadas.
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