No cabíamos en casa y parió la abuela.Me extrañaba a mí que Luisfa no aprovechara la quebradura que presenta el vestuario sevillista para reivindicar intereses individualistas, sin tener en cuenta, como siempre, los intereses de un sevillismo que le rescató de las cloacas futbolísticas y lo encumbró a lo máximo, o incluso más de lo que este muchacho está diseñado para alcanzar.
Buen jugador, pero qué poco me ha gustado siempre su endeblez psicológica, y sobre todo, su enclenque entereza como persona íntegra capaz de mantener estable y perenne el esfuerzo y lucha en pos de unos objetivos puramente sevillistas. Él, junto a los tediosos consejos de su representante, siempre se han caracterizado por hacer imperar sus intereses particulares por encima de los propios del Sevilla.
Hace tiempo que sigo pensando que Luisfa no ha cumplido un ciclo en el Sevilla, sino que es el Sevilla el que ya ha cumplido un ciclo con el brasileño. ¡¡Ya está bien de aguantar tantas salidas de tono del brasileño!!, lo que hay es que arrimar más el hombro en estos momentos difíciles, que si pusiéramos en una balanza quién ha dado más a quién, a mí me parece que el Sevilla ganaría por goleada. No es momento de piarla en los medios, sino de luchar en la hierba, como un tigre de bengala, por los intereses de la entidad que le endiosó desde los barrizales del ostracismo, y vuelvo a repetir, ¡¡muy buen jugador!! pero cuando hace falta más lealtad y compromiso resta mucho en la gran función de hacer equipo. Mientras que el Sevilla se las tiene que ver ante un dificilísimo rival, como es el Oporto, Luisfa parece jugar con la afición sevillista al billar.
Menos mal que el amargor de estos últimos días me los endulzo con la azucarilla que me proporciona el equipo de la cantera, el Sevilla Atlético. Ese sí que es un equipo, con un plan y un alma adecuado para defender como se merece, este escudo centenario que portan los jugadores sobre la zamarra blanquirroja. Ramón Tejada sí que ha sabido trabajar una estrategia e implantar el trabajo en equipo, siempre teniendo en cuenta que nada vale para nada si no sabemos gestionar el compromiso del grupo, al margen del talento hace falta actitud de compromiso. Solo se puede ganar si todos los miembros del equipo colaboran y están en la misma sintonía. A veces tenemos que ser modestos y humildes para ser grandes, y no estaría de más mirar hacia abajo y observar cómo es posible otras forma de gestión del compromiso de un grupo, aunque claro, posiblemente la comparación no sea la más idónea porque no es lo mismo gestionar un grupo de chavales jóvenes, que tapan su inexperiencia con el hambre de todo, que un grupo de millonarios aburguesados ...
Tampoco entiendo la rajada de Juande, salvo que se vea obligado a pagar deudas pendientes con ciertos medios de comunicación que en su día le defendieron del mal gesto que tuvo con la entidad que le colmó de gloria. Creo que si las puertas del Sevilla estaban entreabiertas, a pesar de todo, ahora están definitivamente cerradas para este entrenador, por lo menos por mi parte. No sé que se cuece por detrás de este hombre que siempre ha sido cauto en el discurso cuando de por medio estaba el Sevilla.
Ahora toca echar mano del sentimiento sevillista, de aparcar las diferencias por el bien de la entidad, de marginar el discurso analítico y de recuperar la estabilidad del sevillismo. El verdadero sevillista, el que siente estos colores, ahora tiene la oportunidad de autodemostrarse hasta dónde puede llegar en defensa de nuestro escudo, cada uno de la forma que su estatus le permite debe demostrarlo. Poco puedo hacer desde este blog, pero algo tengo claro, que nunca prostituiré este sentimiento sevillistas que heredé de mis antepasados ...
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