¿¿Y por qué no??

¿Y por qué no ...? ¿qué mejor momento para dar una bofetada en todos los morros a la probabilidad? Remontar una eliminatoria en Do Dragao es una empresa muy difícil, para algunos sería como casi retar lo imposible, pero precisamente por ello, el evento toma tintes de oportunidad. Es la ocasión de dar un golpe en la mesa y recuperar de una tacada mucho terreno perdido y de abrir, en cuestión de horas, una excelente perspectiva en el horizonte del futuro sevillista.

Según lo visto en el Pizjuán en la ida, el equipo portugués tiene bastantes dudas cuando tienen que contrarrestar el descaro de los centros de Navas, la desfachatez del desborde de Perotti, la delicatesse y eficacia de Luisfa, el socratismo futbolístico de Kanouté y, cómo pasar por alto la lucha, la entrega y el incordio permanente que supone la amenaza del goleador de Vallecas, el tanque Negredo, con su diversidad de movimientos y remates, que es capaz de desquiciar a la retaguardia más pintá. Si encima añadimos el manejo, cada vez más consolidado, de Rakitic, y la disciplina militar de Medel ... Yo me pregunto ... ¿y por qué no?

Las hazañas solo pueden conseguirla los que tienen la oportunidad para ello, los que tienen la opción de poder poner en el disparadero el retén fisico- psíquico para sobrepasar los límites de lo posible. Esta eliminatoria está en deuda con el Sevilla ... el malaje del infortunio toca ahora cebarse con los lusos, esperemos que la confianza portuguesa sea la antesala de algunos despropósitos contrarios, para entonces prohibido desaprovechar ...

El sevillismo espera, como agua de mayo, una alegría de su equipo ... la oportunidad se brinda como una de las mejores ocasiones para ello ... Esperemos que veamos en Oporto a un Sevilla grande, que esté a la altura de lo que representa y la lucha no esté huérfana de la suerte necesaria para conseguir la heróica gesta de la remontada.